La polémica ha llegado a los tribunales que deben decidir si es más importante la privacidad de cada vecino o la normativa inicial, que establecía un límite de 80 cm.
Flora Thérond, madre de un niño de seis años, ha demandado a la empresa pública Unicil tras dos años de promesas incumplidas y humedad crónica en su vivienda del sur de Francia. Otras familias se han unido a su causa.
El texto normativo contempla un proceso monitorio especial que permite reclamar judicialmente de forma rápida aquellas cantidades que no superen los 2.000 euros.