La cíclica infección de los partidos
Sánchez lleva ya siete años y medio en La Moncloa, y hasta hace bien poco las dudas sobre su continuidad provenían apenas de la dificultad de cohesionar sus apoyos. Hasta el estallido del "caso Ábalos", pocos pensaron que también esta izquierda estaría infectada de la mayor patología política: la corrupción.