Todo Epstein: lo que necesitas saber del caso de pederastia que salpica a Trump
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Todo Epstein: lo que necesitas saber del caso de pederastia que salpica a Trump

Un rico financiero recluta a niñas y abusa de ellas en sus mansiones, las mismas a las que invitaba a sus amigos, el presidente de EEUU entre ellos. El republicano se tapa, aunque prometió transparencia. Su partido pide cuentas y el avispero se remueve. 

Una camioneta publicitaria muestra una fotografía de Donald Trump con Jeffrey Epstein en Aberdeen (Escocia), el 28 de julio de 2025, coincidiendo con una visita del norteamericano.Hannah McKay / REUTERS

Los esfuerzos de la Casa Blanca por controlar las consecuencias de la relación de décadas entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el pederasta Jeffrey Epstein están convirtiendo la política norteamericana en una maraña de contradicciones y conflictos. Aunque el financiero se suicidó en 2019, los ecos de sus abusos a niñas menores de edad resuena hoy porque el republicano está incumpliendo una promesa de campaña: le dijo a los ciudadanos que sacaría a la luz todo lo que había tras el caso de agresiones sexuales más mediático de las últimas décadas y que, supuestamente, el Partido Demócrata había querido tapar, pero no lo hace. 

Trump está en mitad del vendaval porque su antiguo aliado, Elon Musk, el hombre más rico del planeta, desveló en mayo que el nombre del neoyorquino estaba en la llamada "lista Epstein", en la que se supone que aparecen sus amigos y colaboradores pero, también, quienes pudieron participar en las fiestas donde se sometió a las menores, algunas de ellas de apenas 14 años. El presidente insiste en que cualquier elemento perjudicial en los archivos inéditos recopilados por el Departamento de Justicia durante su investigación sobre Epstein forma parte de un engaño perpetrado por sus enemigos políticos, sobre todo los expresidentes Joe Biden y Barack Obama y el exdirector del FBI, James Comey. Cree que quieren incriminarlo cuando no hay motivos. 

En un primer momento, el mandatario quiso obviar el tema y aún sus correligionarios lo seguían en ese camino. A mediados de julio, miembros del Comité de Reglas de la Cámara de Representantes de EEUU rechazaron una enmienda que habría permitido a los miembros del Congreso votar sobre la publicación de los archivos. Trump publicó entonces en Truth Social que los archivos son un "engaño" perpetrado por el Partido Demócrata. Pero su partido, el republicano, la formación más antigua del país pero prácticamente fagocitada por el trumpismo, aún tiene restos de decencia en sus filas y se le ha puesto en jarras, reclamándole con los días información veraz sobre su relación con Epstein. Al fin cedió, pero con la boca pequeña, prometiendo la liberación de un número mínimo de documentos, apenas nada a juicio de los especialistas

Su fiscal general adjunto, Todd Blanche, que asumió su alto cargo en el Departamento de Justicia tras ejercer como abogado defensor de Trump y sigue siendo su letrado de confianza, ha mantenido recientemente dos reuniones con la cómplice convicta de Epstein, su antigua novia Ghislaine Maxwell. Son una conversaciones sumamente inusuales que podrían acabar en una reducción de la pena (tiene 20 años a sus espaldas), una permuta o una amnistía si la británica hace nuevas revelaciones. Buenas para Trump, se entiende. Hasta senadores de su formación le han pedido que no le regale nada o será acusado públicamente de querer ocultar la verdad. Aviso a navegantes. 

Evitar este tipo de situaciones cuestionables es la razón por la que las administraciones anteriores solían mantener un supuesto "cortafuegos" entre el Departamento de Justicia y el Despacho Oval, pero esa es una práctica que el actual presidente no parece interesado en preservar y trae cola. Estaba previsto que el 11 de agosto pasado Maxwell respondiera a las preguntas de la Cámara de Representantes, pero la cita se va a retrasar: los abogados de la convicta respondieron a la convocatoria con una lista de condiciones, entre ellas que querían esperar hasta que la Corte Suprema resolviera su apelación pendiente. El Alto Tribunal anunció entonces que consideraría la petición de la británica en una audiencia privada, el 29 de septiembre, cuando los jueces regresen de las vacaciones de verano. Habrá que aguardar a entonces. 

No es que se espere mucho de alguien que ya pasó por un juicio y fue procesada por perjurio, pero ahora la coyuntura es otra. En la misma investigación, tendrán que testificar en octubre Bill y Hillary Clinton, expresidente de EEUU y exsecretaria de Estado, para explicar su relación con Epstein. 

Por ahora, lo más fresco sobre el caso es que Justicia ha entregado a ese comité especial del Congreso la transcripción de lo que Maxwell habló con Blanche y, efectivamente, no aporta demasiado. Sostuvo la presa que no existe algo similar a una lista de clientes o amigos de Epstein. "No existe ninguna lista. No tengo conocimiento de ningún chantaje. Nunca lo escuché. Nunca lo vi, y nunca lo imaginé", afirmó. Aseguró que nunca vio a personas importantes que se relacionaban con Epstein, como Clinton o Trump, hacer nada inapropiado, y elogió al actual mandatario por haber ganado nuevamente la presidencia, informa EFE. En el caso concreto del presidente, sostiene que su amistad con Epstein era mas bien "social": "Creo que era como suele ser la gente en situaciones sociales. No creo que fueran amigos cercanos", defiende. 

"Admiro su extraordinario logro al convertirse en presidente. Y me cae bien, y siempre me ha caído bien. Así que esa es la esencia de toda mi relación con él", declaró, además, sobre Trump. Detalló que ella ya creía haber conocido al inquilino de la Casa Blanca a través de su padre -el empresario de medios de comunicación Robert Maxwell- en la década de 1990. Trump siempre fue "cordial" y un "caballero" las veces que tuvieron algún encuentro, dice. 

Esta declaración y las que se esperan a partir de septiembre evidencian que este no es un caso frío, sino candente, en el que Trump ha oscilado entre denunciar las supuestas conspiraciones demócratas y afirmar que la historia de Epstein no vale nada. En medio, una amistad que nadie sabe hasta dónde llegó y ahora se quiere aclarar. 

Estas son las claves de un terremoto político que promete convertirse en un largo serial.

Jeffrey Epstein, en una foto del 28 de marzo del 2017 facilitada por el Registro de Delincuentes Sexuales del estado de Nueva York, tras su arresto.Associated Press

Quién fue Jeffrey Epstein

Jeffrey Edward Epstein (Brooklyn, Nueva York, 20 de enero de 1953 / Manhattan, 10 de agosto de 2019) es el eje de todo. Un judío de Coney Island, hijo de una familia de clase media, que comenzó su carrera con una breve experiencia como profesor en una prestigiosa escuela privada (sin título para ello, por cierto, porque ni acabó la carrera de Matemáticas), pero que no tardó mucho en incorporarse a la banca de inversión, trabajando primero en Bear Stearns, antes de fundar su propia firma en 1982.

En su empresa, que creció como la espuma, Epstein se hizo cargo exclusivamente de clientes con un valor de más de mil millones de dólares, apostando por un perfil de millonarios que era de su agrado: la gente con la que se quería codear, distinta a la que le rodeó en sus inicios. 

En la década de 1990, Epstein ya había logrado acumular propiedades y apartamentos en varios países, según varios documentos judiciales surgidos en su proceso. Incluso fue propietario de una isla privada en el Caribe. En todas sus casas se codeaba con algunas de las personas más acaudaladas y poderosas del mundo, habitualmente organizando fiestas a las que todo el mundo quería asistir. Buena parte del éxito de esos encuentros se debe a Ghislaine Maxwell, primero pareja y luego socia, amiga y cómplice (según la justicia) de sus abusos a menores. Entre las personas invitadas habitualmente se encontraban el príncipe Andrés de Reino Unido, el expresidente Clinton y el propio Trump, entonces empresario inmobiliario y del juego. Todos ellos niegan haber tenido una conducta punible en sus visitas.

Los detalles de la vida delictiva de Epstein salieron a la luz por primera vez en 2005, cuando varias chicas jóvenes lo acusaron de ofrecerse a pagarles por masajes o actos sexuales en su mansión de Palm Beach. Provenían, en su mayoría, de entornos desestructurados y nada pudientes. Años después, el testimonio del gran jurado incluyó acusaciones de que Epstein, que entonces rondaba los 40 años, había violado a adolescentes de 14 años. 

Aún así, evitó cargos federales en el caso, al llegar a un acuerdo para cumplir 13 meses de prisión por cargos estatales de prostitución (de una menor de 18 años) y registrarse como delincuente sexual. Una revisión posterior del caso hecha por el Departamento de Justicia determinó que el entonces fiscal federal Alex Acosta, que supervisó el acuerdo, actuó con "falta de criterio" al firmarlo. Acosta fue posteriormente secretario de Trabajo de Trump, durante su primer mandato (2017-2021). 

En 2018, decenas de mujeres más denunciaron haber sido víctimas de abuso por parte de Epstein. Este nuevo proceso impulsó a Justicia a abrir otra investigación sobre el financiero. Entonces, fue acusado formalmente en Nueva York de tráfico sexual de decenas de menores de edad y de conspiración para cometerlo, menos de un año después. Se declaró inocente de dichos cargos federales. Cuando estaba aguardando el juicio, entre rejas, en agosto de 2019, Epstein fue encontrado inconsciente en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Nueva York. Fue trasladado a un hospital, donde fue declarado muerto. Se dictaminó que se había suicidado. 

Aunque su caso fue desestimado tres semanas después de su fallecimiento, impidiendo que las víctimas tuvieran la satisfacción de la justicia, sigue habiendo demasiadas lagunas alrededor, en particular sobre quién más pudo participar de la red de abusos tejida junto a su madame

Vista exterior de la cárcel del Centro Correccional Metropolitano donde Jeffrey Epstein fue encontrado muerto, en el distrito de Manhattan (Nueva York), el 10 de agosto de 2019.Jeenah Moon / Reuters

Teorías del chantaje y el asesinato

Casi inmediatamente después de la muerte de Epstein, se dispararon las especulaciones sobre si murió por su mano y por su voluntad, por su mano y por la voluntad de otros, o por la mano y la voluntad de otros. ¿Acaso se quería evitar que se publicara material incriminatorio para alguien poderoso? 

No ayudó a ese clima conspiranoico que las autoridades no pudieran establecer ni siquiera hechos rudimentarios en los días posteriores a su muerte, como por ejemplo por qué trasladaron al compañero de celda de Epstein el día antes de su suicidio, qué mostraba el vídeo de vigilancia del recinto, quién encontró a Epstein esa mañana y el paradero de los dos guardias que se suponía que debían vigilarlo.

Un informe de la autopsia enturbió las aguas para algunos, ya que las autoridades afirmaron que las fracturas en su cuello podrían, en teoría, ser resultado de ahorcamiento o estrangulamiento. Las fotos de una sábana convertida en soga y una aparente nota de suicidio tampoco convencieron a los más incrédulos.

El último documento oficial del caso es un memorándum de dos páginas difundido el 7 de julio por el Departamento de Justicia y el FBI, ahora bajo el mando de Trump: confirma el suicidio y presenta una nueva prueba. "La conclusión de que Epstein se quitó la vida se ve reforzada por imágenes de vídeo del área común de la Unidad de Alojamiento Especial (SHU) donde estaba confinado." Se adjuntó un vídeo de 10 horas y 52 minutos, desde las 19:49 del 9 de agosto hasta las 6:39 del 10 de agosto. Son imágenes "íntegras y sin editar", señala el memorándum. ¿Clarificador? Quizá, si no faltasen 62 segundos de imágenes justo antes de la medianoche, un salto que podría indicar la manipulación de la grabación, como desveló Wired. La exfiscal general Pam Bondi lo justificó como un reinicio automático del sistema de videovigilancia, algo común en esa época.

Un organismo de control interno del Departamento de Justicia llevó a cabo una investigación que duró años y emitió un informe de casi 130 páginas que detalla meticulosamente lo que sucedió en la cárcel de Manhattan el día que murió Epstein y describe múltiples desajustes de la Oficina Federal de Prisiones. El informe concluyó que no había evidencia que contradijera la "ausencia de criminalidad" en la muerte de Epstein, lo que significa que había muerto por suicidio. Pero las teorías conspirativas, a menudo impulsadas por una miríada de figuras de derechas -incluidos el actual director del FBI Kash Patel y el subdirector Dan Bongino-, nunca han cesado.

Maxwell, la cooperadora de Epstein, no deja de decir desde prisión -donde ha sido entrevistada e interrogada en varias ocasiones- que tiene la seguridad de que su amigo fue asesinado para callarle la boca. 

Donald y Melania Trump (entonces Knauss), Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell posan juntos en el club Mar-a-Lago (Palm Beach, Florida), el 12 de febrero de 2000.Getty Images

La lista Epstein

El reciente documento del Departamento de Estado también negaba la existencia de una "lista de clientes" de Epstein. La publicación de dicha lista, supuestamente, no sólo revelaría a quiénes el pedófilo ofreció menores para ser violadas, sino que también podría resolver su propia muerte, dicen los más escépticos sobre la versión oficial. 

El Departamento de Justicia y los tribunales han ido publicando con los años cronologías y cientos de documentos que exponían los sórdidos detalles de sus crímenes, incluso de los registros en sus viviendas (en las que destacaban los dorados y las fotos con famosos, de Juan Pablo II a Fidel Castro). Entre estos documentos se incluían numerosos registros de vuelo que identificaban a las personas que habían visitado la isla privada de Epstein, una formalidad forzosa en este tipo de traslados. 

Según el Wall Street Journal, el Gobierno federal tiene en su poder un "montón de documentos", o sea, los que podrían ser los archivos o "lista" de Epstein. Su contenido no habría salido plenamente a la luz, pues sólo cierta información ha sido revelada en los últimos años. ¿Cuánto queda por saber? ¿Es algo contundente o residual? Quién sabe. En febrero de 2025, por ejemplo, el Departamento de Justicia y el FBI publicaron lo que se describió como la "primera frase de los archivos desclasificados de Epstein". El día antes de su publicación, la fiscal general Bondi declaró a Fox News que contenían "muchos registros de vuelo, muchos nombres, mucha información", y añadió: "Es bastante enfermizo lo que hizo ese hombre, junto con su coacusada".

Un grupo de personas influyentes de la derecha patria fueron invitadas a la Casa Blanca para explicarles esa primera fase de "transparencia", pero se quedaron decepcionadas cuando se dieron cuenta de que las 341 páginas que les habían entregado eran en su mayoría material que ya existía, conocido por todos. Otra vez lo mismo: registros de aviones conocidos y referencias a fiestas, además de una versión redactada de la libreta de contactos que contenía los nombres de personas famosas que conocía. Editada, no original.

Lo más recordado de esos días no es eso, no, sino una frase corta que Bondi también dijo a proṕósito de la supuesta lista de asociados, compinches o clientes de Epstein: "La tengo en mi escritorio para revisarla". Entonces, el empeño era siempre poner el ventilador en contra de políticos demócratas o amigos y financiadores de esa formación. Con las semanas, la lista que supuestamente estaba en su mesa ha pasado de existir a no existir. El portavoz de Bondi aclaró más tarde que ella se había referido a los archivos generales sobre el asunto Epstein, nada más. 

Los primeros materiales publicados incluían especialmente bitácoras de vuelo, una lista de pruebas, páginas censuradas de una libreta de contactos y páginas censuradas de una lista de masajistas. La inclusión de alguien en esas rutas de vuelo no es indicio de irregularidades, ya que muchas de ellas presumiblemente viajaban en el avión de Epstein por motivos comerciales, políticos o sociales. Además, según una lista detallada del Departamento de Justicia, los documentos incluyen fotografías, cámaras, computadoras, discos duros y más, incluido un CD titulado "Libro de fotos de chicas desnudas 4".

En julio, el Departamento de Justicia y el FBI dijeron en un memorando que no se publicaría más material novedoso sobre el caso. 

Los nombres

Los archivos no contienen únicamente acusaciones relacionadas con Epstein, ya que muchas personas de alto perfil que supuestamente estaban en su círculo íntimo han sido nombradas en los documentos, por diversas razones. Aunque el círculo de Trump sólo señalaba a los supuestos personajes cercanos al progresismo, el señalamiento de Elon Musk ha hecho que las cosas se muevan y se haya sabido que el nombre del actual presidente de la mayor potencia del mundo aparece en siete ocasiones en esa lista. No se sabe en relación con qué episodios. El Departamento de Justicia lo sabe al menos desde mayo, pero como el que oye llover. No lo había reconocido. 

Las revelaciones de calado más recientes son de enero de 2024. Entonces vio la luz un lote que contenía 1.400 páginas de documentos judiciales de registros, incluyendo declaraciones de Epstein y Maxwell. Insistían, por ejemplo, que el príncipe Andrés de Reino Unido, uno de los antiguos amigos de Epstein, había sido identificado como uno de los miembros del séquito de Epstein. Una mujer que dijo ser una de las víctimas de Epstein ya había alegado en una declaración jurada de 2016 que el royal le había tocado un seno en la casa de Epstein en Nueva York, en 2001. Posteriormente, Andrés negó cualquier irregularidad, y el Palacio de Buckingham no hizo comentarios al respecto en ese momento. 

Virginia Giuffre, quien se suicidó en abril de 2025, también alegó que Epstein mercadeaba con ella y la obligaba a tener relaciones sexuales con el príncipe Andrés en tres ocasiones cuando tenía 17 años. Los abogados del príncipe Andrés emitieron un comunicado en 2022 tras un acuerdo con Giuffre: "El príncipe Andrés lamenta su vínculo con Epstein y elogia la valentía de la señora Giuffre y de otros sobrevivientes al defenderse a sí mismos y a los demás".

El exprofesor de Derecho de Harvard, Alan Dershowitz, también fue mencionado en los documentos. Una moción presentada en nombre de Jane Doe nº 3 (una mujer a la que se cubría su identidad por seguridad) alegaba que Epstein obligó a la menor a "tener relaciones sexuales" con Dershowitz, quien era "amigo íntimo de Epstein y un reconocido abogado defensor penal". La moción afirmó además que Dershowitz fue "testigo ocular del abuso sexual de muchos otros menores por parte de Epstein y varios de los co-conspiradores de Epstein", además de desempeñar "un papel importante" durante las negociaciones posteriores en nombre de Epstein.

Dershowitz emitió una declaración a PEOPLE en ese momento: "Los documentos prueban mi inocencia. La mujer que me acusó inicialmente declaró posteriormente que podría haberme identificado erróneamente y retiró la demanda en mi contra. Espero que se publiquen todos los documentos, como siempre he insistido".

La moción de Jane Doe 3 también menciona a Jean Luc Brunel, un agente de modelos francés del círculo íntimo de Epstein, quien murió en prisión en febrero de 2022. Según los documentos, Brunel supuestamente "traía niñas (de hasta 12 años) a Estados Unidos con fines sexuales y las entregaba a sus amigos, especialmente a Epstein".

El demócrata Clinton también fue mencionado brevemente en los archivos, ya que un documento judicial mostró que una presunta víctima de Epstein afirmó que el difunto financiero una vez le dijo que al expresidente "le gustan jóvenes, refiriéndose a las chicas". Ángel Ureña, entonces portavoz del expresidente, publicó en X que Clinton "no sabe nada" sobre los "terribles crímenes" de Epstein. También insistió en que se le menciona en los documentos, pero no ha sido acusado de ningún delito. El 14 de octubre se le escuchará en la Cámara de Representantes. 

Además de Andrew y Dershowitz, el mago David Copperfield, el peluquero de celebridades francés Frédéric Fekkai, el ícono de la música Michael Jackson o el actor Leonardo DiCaprio, estaban entre los nombres mencionados en los documentos judiciales que salieron a la luz, aunque no fueron acusados de mala conducta en ningún momento. 

Una foto del financiero Jeffrey Epstein y la joven Teala Davies circula durante una conferencia de prensa sobre el caso en el Lotte New York Palace, el 21 de noviembre de 2019.Steven Ferdman / Getty Images

El diario británico The Independent ha publicado la lista completa de nombres citados en los documentos y es la que sigue: 

Ghislaine Maxwell: exnovia de Epstein, declarada culpable en 2021 por tráfico sexual vinculado con el accionar de Epstein.

Príncipe Andrés: duque de York, segundo hijo de la reina Isabel II de Gran Bretaña y hermano del rey Carlos III.

Bill Clinton: expresidente de los EEUU.

Donald Trump: empresario y expresidente de los EEUU.

Hillary Clinton: exprimera dama de Bill Clinton, candidata a la presidencia y secretaria de Estado de EEUU durante el gobierno de Barack Obama.

David Copperfield: mago estadounidense.

John Connelly: detective de la policía de Nueva York y, más tarde, periodista que investigó a Epstein.

Alan Dershowitz: abogado y experto en medios de comunicación que representó a Epstein en 2006.

Leonardo DiCaprio: actor y productor de cine, famoso por sus papeles en Titanic y El origen.

Al Gore: exvicepresidente de los EE. UU. durante el gobierno de Bill Clinton.

Richard Branson: multimillonario británico y magnate de los negocios fundador de Virgin Group.

Stephen Hawking: físico y autor científico británico.

Ehud Barak: exprimer ministro israelí.

Michael Jackson: músico conocido como el “rey del pop”.

Marvin Minksy: pionero en el campo de la inteligencia artificial.

Kevin Spacey: actor conocido por sus papeles en Se7en: los siete pecados capitales y House of Cards, que fue declarado inocente de agresión sexual en 2023.

George Lucas: director de cine estadounidense y creador de la saga Star Wars.

Jean Luc Brunel: director de una agencia de modelos francesa y presunto cómplice de Epstein que murió en un aparente suicidio mientras esperaba el juicio.

Cate Blanchett: actriz australiana protagonista de El Señor de los Anillos y Tár.

Naomi Campbell: modelo británica.

Heidi Klum: modelo alemana-estadounidense.

Sharon Churcher: periodista británica.

Bruce Willis: actor famoso por sus papeles en Duro de matar y Sexto sentido.

Bianca Jagger: activista y esposa de Mick Jagger, líder de los Rolling Stones.

Bill Richardson: exgobernador de Nuevo México.

Cameron Diaz: actriz protagonista de Shrek y Loco por Mary.

Glenn Dubin: gestor de fondos de cobertura estadounidense que, supuestamente, fue amigo de Epstein.

Eva Andersson-Dubin: ex miss Suecia y esposa de Glenn Dubin; salió con Epstein en una ocasión.

Noam Chomsky: lingüista, filósofo y activista político.

Tom Pritzker: magnate y filántropo estadounidense.

Chris Tucker: cómico y actor estadounidense conocido por su papel en las películas de Una pareja explosiva.

Sarah Ferguson: duquesa de York y exesposa del príncipe Andrés.

Robert F. Kennedy Jr.: político y conspiracionista estadounidense.

James Michael Austrich

Juan y María Alessi: matrimonio que trabajó en la casa de Epstein en Florida.

Janusz Banasiak: administrador de la casa de Epstein en Palm Beach.

Bella Klein o Klen (difiere según los documentos): excontadora de la oficina de Epstein en Nueva York.

Leslie o Lesley Groff (difiere según los documentos): exsecretaria de Epstein que figuró como coconspiradora en la sentencia de conformidad de Epstein de 2008. Al parecer, no será acusada.

Victoria Bean

Rebecca Boylan

Dana Burns

Ron Eppinger: traficante sexual.

Daniel Estes

Annie Farmer: mujer que acusó a Epstein de agresión sexual.

Maria Farmer: hermana de Annie Farmer que también acusó a Epstein de agresión sexual.

Anouska De Georgiou: modelo que acusó a Epstein de violación.

Louis Freeh: exdirector de la Oficina Federal de Investigación (FBI).

Frédéric Fekkai: estilista de personas famosas.

Alexander Fekkai: hijo del famoso estilista.

Jo Jo Fontanella: mayordomo de Epstein.

Doug Band: asistente de Bill Clinton durante mucho tiempo. Asegura haberle pedido a Clinton que cortara todo tipo de relación con Epstein.

Virginia Giuffre (antes conocida como Virginia Roberts): acusó al príncipe Andrés de agresión sexual.

Lynn Miller: madre de Virginia Giuffre.

Crystal Figueroa: hermana de Anthony Figueroa, que salió con Virginia Giuffre a principios de la década del 2000.

Anthony Figueroa: exnovio de Virginia Roberts.

Eric Gany

Meg Garvin: representante de Virginia Giuffre.

Sheridan Gibson-Butte

Ross Gow: agente de prensa de Maxwell.

Fred Graff

Robert Giuffre

Philip Guderyon

Alexandra Hall

Joanna Harrison

Shannon Harrison

Victoria Hazel

Brittany Henderson

Brett Jaffe

Forest Jones

Sarah Kellen: exasistente de Epstein que figuró como coconspiradora en la sentencia de conformidad de 2008. No fue imputada.

Adriana Ross: exasistente de Epstein que figuró como coconspiradora en la sentencia de conformidad de 2008. No fue imputada.

Carol Kess

Dr. Steven Olson

Stephen Kaufmann

Wendy Leigh: autora.

Peter Listerman

Tom Lyons

Nadia Marcinkova: supuesta amiga de Epstein. Figuró como coconspiradora en la sentencia de conformidad de 2008, pero no fue imputada.

Bob Meister

Jamie Melanson

Donald Morrell

David Mullen

David Norr

Joe Pagano

May Paluga

Stanley Pottinger

Detective Joe Recarey: expolicía de Palm Beach y detective encargado de investigar las denuncias de abuso sexual a menores en contra de Epstein.

Jefe Michael Reiter: responsable de la investigación de los abusos sexuales a menores cometidos por Epstein.

Rinaldo y Debra Rizzo: matrimonio que trabajaba para Glenn Dubin, presunto amigo de Epstein.

Sky Roberts

Kimblerley Roberts

Lynn Roberts

Haley Robson: mencionada como “reclutadora de adolescentes” de Epstein en documentos policiales.

Dave Rodgers: piloto del avión privado de Epstein.

Alfredo Rodríguez: mayordomo de la casa de Epstein en Florida.

Scott Rothinson

Forest Sawyer

Dough Schoetlle: investigador.

Johanna Sjoberg: mujer que afirma que Epstein abusó sexualmente de ella cuando era menor de edad. También aseguró que el príncipe Andrés le tocó un seno.

Cecilia Stein

Marianne Strong

Mark Tafoya

Emmy Taylor: exasistente personal de Maxwell.

Brent Tindall

Kevin Thompson

Ed Tuttle

Les Wexner: fundador de L Brands y antiguo socio de Epstein.

Abigail Wexner: esposa de Les Wexner.

Cresenda Valdes

Emma Vaghan

Anthony Valladares

Christina Venero: masajista profesional.

Maritza Vázquez

Vicky Ward: periodista de investigación y escritora. Afirma que se le impidió cubrir los malos actos de Epstein mientras trabajaba en Vanity Fair.

Jarred Weisfield

Sharon White

Courtney Wild

Daniel Wilson

Mark Zeff: decorador neoyorquino.

Kelly Spamm: persona desconocida que voló en el avión privado de Epstein.

Alexandra Dixon: persona desconocida que aparece en el “pequeño libro negro” de Epstein.

Alfredo Rodríguez: exadministrador de la casa de Epstein, encarcelado en 2012 por ocultar e intentar vender la “lista negra” de Epstein.

Ricardo Legorreta: diseñador mexicano que figura como uno de los pasajeros del avión privado de Epstein.

Chris Donahue: médico que trató a Virginia Giuffre. Figura en una lista de todos los proveedores médicos previos de Giuffre que solicitó la defensa de Maxwell.

Wah Wah: médica que trató a Virginia Giuffre.

Judith Lighfoot: psicóloga que trató a Virginia Giuffre.

Karen Kutikoff: médica que trató a Virginia Giuffre.

Carol Hayek: psiquiatra que trató a Virginia Giuffre.

John Harris: médico que trató a Virginia Giuffre.

Darshanee Majaliyana: médica que trató a Virginia Giuffre.

John Harris: médico que trató a Virginia Giuffre.

Mona Devansean: médica que trató a Virginia Giuffre.

Scott Robert Geiger: médico que trató a Virginia Giuffre.

Michele Streeter: médica que trató a Virginia Giuffre.

Donna Oliver: psicóloga que trató a Virginia Giuffre.

Dónde queda Trump en todo esto

Trump y Epstein fueron amigos durante varios años, al menos una década, y mantuvieron un círculo social y de amistades similar. Aunque el presidente ha tratado de desmarcarse de ese pasado, ha acabado reconociendo la relación. Archivos publicados en estos años muestran que los datos de Trump figuraban en la llamada agenda de contactos de Epstein y los registros de vuelo también señalan que el magnate voló en el avión del financiero en varias ocasiones.

Ambos fueron fotografiados juntos en eventos de la élite de Nueva York y Florida en la década de los 90 del pasado siglo y en mitad de esta crisis han surgido aún más nuevas fotos, publicadas recientemente por la CNN, que muestran a Epstein asistiendo a la boda de Trump con su entonces esposa Marla Maples -la actriz estuvo casada con Trump entre 1993 y 1999-, en Nueva York. De ese año, ha surgido otra imagen de la inauguración de una cafetería en la misma ciudad, en la que aparecen también Eric e Ivanka, hijos de Trump. Más recientes son los vídeos que muestran al presidente en 1999 con Epstein y su actual mujer, Melania, en un desfile de Victoria's Secret, también en la Gran Manzana.  

En 2002, Trump describió a Epstein como un "tipo estupendo". El financiero comentaría más tarde: "Fui el mejor amigo de Donald durante 10 años". Cuando Maxwell, la socia, fue procesada, Trump le deseó "buena suerte" en el proceso. 

Según el republicano, los dos amigos se distanciaron a principios de la década de 2000, dos años antes de que arrestaran a Epstein por primera vez. Para 2008, Trump decía que no había sido "un fan suyo". La Casa Blanca sugirió recientemente que sus choques estaban relacionados con la conducta sexual de Epstein y que "el presidente lo expulsó de su club por ser un pervertido". Lo puso en una lista negra y no lo dejó entrar más en sus instalaciones de ocio y deporte. 

No obstante, The Washington Post ha sugerido que la ruptura de su relación se debió, en realidad, a su rivalidad por algunos bienes raíces en Florida. Trump dijo a finales de julio que se pelearon también porque el financiero se había "llevado" a trabajadoras de su spa de Mar-a-Lago a sus residencias privadas. Cuando se le preguntó si una de las mujeres era Virginia Giuffre, una de las víctimas conocidas con nombre y apellidos, Trump dijo: "No lo sé. Creo que trabajaba en el spa. Creo que sí. Creo que era una de las personas. La robó. Y, por cierto, ella no tenía ninguna queja de nosotros, como sabes, ninguna en absoluto".

Trump negó también que su fiscal general le hubiera dicho que su nombre figuraba en los archivos. Ante su respuesta, que contradecía lo informado por el Wall Street Journal, el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, declaró al mismo medio: "Esta es otra noticia falsa, igual que la anterior del Wall Street Journal". 

"Feliz cumpleaños y que cada día te traiga otro secreto delicioso"

El mismo diario desveló algo que ha escocido mucho a Trump: las cartas entre los dos amigos cuando lo eran. La silueta de mujer dibujada con un rotulador grueso, el diálogo de dos hombres que se conocen demasiado bien y una firma, "Donald", que aparece garabateada justo en la entrepierna del dibujo, como si fuera vello púbico, son los elementos del escándalo. Al parecer, se trata de una serie de tarjetas que estaban en un álbum que Ghislaine Maxwell preparó en 2003 para celebrar el 50 cumpleaños de su expareja.

"Tenemos cosas en común, Jeffrey", dice una de las frases desveladas, supuestamente escrita por Trump. "Los enigmas no envejecen, ¿te has fijado?", añade otra. Sin embargo, la más inquietante viene de cierre: "Feliz cumpleaños y que cada día te traiga otro secreto delicioso". 

Republicanos y demócratas de un subcomité de la Cámara de Representantes se han unido y votaron a finales de julio a favor de exigir que Justicia entregue miles de páginas más de archivos sobre Epstein y sus allegados, en un intento de aclarar también lo hecho por el mandatario. Se trata de una medida legalmente vinculante que obligará al Congreso, de mayoría republicana, a citar a la Administración actual. "Para septiembre, el presidente seguramente habrá entregado todo", predijo el representante James Comer (republicano por Kentucky), encargado de emitir las citaciones en nombre del panel.

Esta es la medida más significativa que ha tomado el Congreso, pero no la única. Varios comités de la Cámara han votado tres veces en las últimas semanas a favor de investigar las acciones de Epstein, aumentando la presión sobre el mandatario. 

Impulsado por los demócratas que ven una oportunidad para debilitar a Trump, el debate ha paralizado a la Cámara y le ha impedido hacer prácticamente cualquier otra cosa. Los líderes republicanos enviaron a los legisladores a casa hace un mes, con planes de volver a reunirse en septiembre. Un cierre adelantado en busca de oxígeno y, quizá, nuevas revelaciones como las que esperan de Maxwell que cambien el rumbo del viento. 

La base de apoyos de Trump, en este momento, duda en parte de si su líder conocía o no las actividades delictivas de Epstein. A la pregunta "¿crees que el nombre de Donald Trump aparece en los archivos del gobierno sobre Jeffrey Epstein?" hecha por YouGov a ciudadanos de EEUU para un sondeo, el 61% responde que sí y el 12% apenas, que no. El 45% cree que Trump estuvo involucrado en los delitos de Epstein, frente a un 28% que no y un 27% que no lo tiene claro. Para el 53%, la razón por la que el Gobierno no ha publicado ciertos archivos de la investigación de Epstein es porque Trump aparece nombrado en ellos.

Los partidarios más acérrimos de su políticas MAGA (Make America Great Again) tienen difícil tragar ahora con que su presidente, su mesías, quien les ha prometido acabar con los malos, no es claro y se oculta. "Si le cuentas a tus bases, que te apoyan, los crímenes de traición del Estado profundo, la interferencia electoral, el chantaje y las camarillas malvadas de la élite rica y poderosa, entonces debes acabar con todos los enemigos del pueblo", publicó hace unas semanas la representante Marjorie Taylor Greene (republicana por Georgia) en sus redes sociales. "Si no, las bases se darán la vuelta y no habrá vuelta atrás. Los trozos de carne roja que cuelgan ya no satisfacen -escribió Greene-. Quieren la cena completa y no aceptarán nada más". Muy explícito, muy amenazante. 

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MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy redactora centrada en Global y trato de contar el mundo de forma didáctica y crítica, con especial atención a los conflictos armados y las violaciones de derechos humanos.

 

Sobre qué temas escribo

Mi labor es diversa, como diverso es el planeta, así que salto de Oriente Medio a Estados Unidos, pero siempre con el mismo interés: tratar de entender quién y cómo manda en el siglo XXI y cómo afectan sus decisiones a la ciudadanía. Nunca hemos tenido tantos recursos, nunca hemos tenido tanto conocimiento, pero no llegan ni las reformas ni la convivencia prometidas. Las injusticias siempre hay que denunciarlas y para eso le damos a la tecla.

 

También tengo un especial empeño en la actualidad europea, que es la que nos condiciona el día a día, y trato de acercar sus novedades desde Bruselas. En esta ciudad y en este momento, la defensa es otra de las materias que más me ocupan y preocupan.

 

Mi trayectoria

Nací en Albacete en 1980 pero mis raíces son sevillanas. Estudié Periodismo en la Universidad de Sevilla, donde también me hice especialista en Comunicación Institucional y Defensa. Trabajé nueve años en El Correo de Andalucía escribiendo de política regional y salté al gabinete de la Secretaría de Estado de Defensa, en Madrid. En 2010 me marché como freelance (autónoma) a Jerusalén, donde fui corresponsal durante cinco años, trabajando para medios como la Cadena SER, El País o Canal Sur TV.

 

En 2015 me incorporé al Huff, pasando por las secciones de Fin de Semana y Hard News, siempre centrada en la información internacional, pero con brochazos de memoria histórica o crisis climática. El motor siempre es el mismo y lo resumió Martha Gellhorn, maestra de corresponsales: "Tiro piedras sobre un estanque. No sé qué efecto producen, pero al menos yo tiro piedras". Es lo que nos queda cuando nuestras armas son el ordenador y las palabras: contarlo. 

 

Sí, soy un poco intensa con el oficio periodístico y me preocupan sus condiciones, por eso he formado parte durante unos años de la junta directiva de la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) España. Como también adoro la fotografía, escribí  'El viaje andaluz de Robert Capa'. Tuve el honor de recibir el XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla por mi trabajo en Israel y Palestina y una mención especial en los Andalucía de Periodismo de la Junta de Andalucía (2007). He sido jurado del IV Premio Internacional de Periodismo ‘Manuel Chaves Nogales’.

 

 


 

Cómo contactar conmigo:

 


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