crisis en el PSOE

Las claves de la semana: Es España, estúpido

Las claves de la semana: Es España, estúpido

Lo que importa en todo caso es que ya no hay un PSOE, sino dos, y que se salde como se salde el Comité Federal no hará falta sólo hilo y una sola hilandera para coser el descosido. Porque sepan que a lo que ven y escuchan hay que añadir, como en toda guerra fratricida, las presiones, las amenazas, los dosieres y las coacciones que no han trascendido y que cuentan por los cenáculos que ha habido.
Las claves de la semana: Érase una vez un PSOE...

Las claves de la semana: Érase una vez un PSOE...

La guerra interna que vive el socialismo desde hace meses ha estallado esta semana con toda su crudeza. Que nadie se confunda, porque la batalla ya no es entre Sánchez y Susana Díaz, ni entre los partidarios del "no" y los de la abstención a un gobierno de derechas. El debate socialista ya sólo gira sobre la gestión y los paupérrimos resultados a los que Pedro Sánchez ha llevado al PSOE, pero también sobre la ausencia de liderazgo y sobre la deriva de un proyecto errático en lo político y guerracivilista en lo orgánico.
La conjura para un PSOE de concentración

La conjura para un PSOE de concentración

El tránsito hacia el abismo, el insomnio por un congreso en el que compiten candidatos que no convencen, el desasosiego por las heridas abiertas tras el hundimiento electoral, los enredos de unos, la soberbia de otros, las facturas pendientes... Una bomba de neutrones ha estado a punto de estallar en el PSOE.
La casta de Susana Díaz

La casta de Susana Díaz

Susana Díaz da un paso atrás, pero sólo para coger carrerilla. No se presentará a la secretaría general del PSOE, pero sus palabras son las de quien aspira a liderar -moralmente- a los socialistas, sonados tras la derrota en las europeas. Aquí están los siete mensajes que ha lanzado a la militancia.
Mejor volver a la izquierda que viajar al centro

Mejor volver a la izquierda que viajar al centro

Si por "vocación mayoritaria" se entiende un nuevo viaje del PSOE al centro, mal negocio. Porque a la vista está que lo primero que deben recuperar los socialistas es la confianza de muchos votantes de izquierdas que hoy por hoy temen que, otra vez en el Gobierno, apliquen una política de austeridad parecida a la que precisamente millones de ciudadanos están combatiendo.