Alistarse al ejército es para muchos militares, una forma de vida que trasciende más allá de una profesión. La naturaleza y exigencia de su puesto de trabajo, unido al enorme sacrificio que tienen que experimentar para alcanzar lo que tanto tiempo han deseado, les impide diferenciar en muchos casos, su vida personal de la profesional.

El hecho de tener que mantener una rutina rígida (dieta, ejercicio, disciplina), sumado a la forma de proceder en el ejército (órdenes, sufrimiento, maniobras...) hace que la mayoría de ellos desarrollen un instinto de supervivencia y se adueñen de una forma de vida muy distinta a la del resto de civiles.

Para alcanzar cotas de poder o responsabilidad mayores como subir de rango o adquirir reconocimientos y méritos por las misiones, que posteriormente se traducirán en una mejor calidad de vida, es necesario venir desde abajo y ganarte el puesto desde el primer nivel, donde la vida militar es extremadamente dura. Esto servirá de curtimiento para el 100% de los militares, que una vez que alcancen un rango superior, habrán pasado por las etapas necesarias para tener una visión completa de lo que es el ejército.

Esta es la idea que defiende la mayoría de los militares: 'Tienes que haber estado abajo para poder ser bueno desde arriba'. Este planteamiento fue defendido por Daniel, entrenador personal (FAS-FCSE-Opositores) e instructor de la gestión del estrés (en tiktok @Inteligenciafit), en un podcast de @2020soldier.

De acuerdo con lo que afirma el entrenador personal, un sargento que entre directamente a ese puesto sin haber pasado previamente por ser soldado, "no será militar nunca en su vida" y asegura que el hecho de que "mames todo lo peor del ejército es lo que va a hacer de ti un buen suboficial, un buen cabo..."

Así, sostiene que esa 'mili' en el ejército es necesaria, ya que es en durante ese período en el que uno se da cuenta de "lo que sufre realmente la tropa, y eso no lo sabe nadie", afirma. Pero su crítica va más allá y asegura que "ni siquiera los que están mandándonos a nosotros desde La Moncloa no saben lo que sufre ese tío ahí. No saben las penurias que pasa, las dificultades que tiene ni lo que tiene que vivir cada día para poder seguir haciendo su trabajo".

Además, añade que es un logro aún mayor si se tiene en cuenta "el presupuesto, las condiciones y el material que hay".

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