Bolsonaro alarga su silencio tras la derrota electoral y se recluye en el Palacio ante la presión de sus aliados

Bolsonaro alarga su silencio tras la derrota electoral y se recluye en el Palacio ante la presión de sus aliados

Según ha confirmado 'El País', el actual presidente pasa la mañana en la residencia de los presidentes en Brasilia sin salir a reconocer los resultados de las elecciones mientras se suceden las felicitaciones internacionales y las llamadas a la paz y a la democracia.

El candidato del Partido Liberal y actual mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, durante el día de la votación.Getty Images

Brasil ha vuelto a girar a la izquierda. El expresidente y candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Lula da Silva, volverá a gobernar el país después de imponerse por la mínima en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con un 50,90% de los votos frente al 49,10% logrado por su rival y actual mandatario, el populista Jair Bolsonaro. No obstante, en estos momentos la gran pregunta tras los comicios es ¿por qué el político derrotado no ha salido a comentar los resultados y, por lo tanto, reconocer la victoria de su rival?

Según ha confirmado el corresponsal de El País, el presidente saliente se encuentra recluido en el Palacio de la Alvorada en Brasilia y no ha hablado tan siquiera con su gabinete de ministros. Al contrario que Bolsonaro, algunos de sus aliados sí que han aceptado la derrota, como el ministro de Asuntos Exteriores, Carlos França, que está presionando para que se manifieste públicamente cuanto antes.

Además de França entre quienes le han presionado para que reconozca cuanto antes la victoria de Lula y con ello “salvar” algo de su ya maltrecho crédito político está el exministro de Defensa, el general Walter Braga Netto, quien aspira a ser su vicepresidente en estas elecciones, y el ministro de Comunicaciones, Fábio Faria.

Sus aliados le han pedido a Bolsonaro que declare públicamente su agradecimiento a los más de 58 millones de brasileños que han votado por él este domingo y como no se descarta que pueda presentarse a las elecciones de 2016, le han recalcado la necesidad de reconocer el resultado cuanto antes.

El silencio Bolsonaro ha provocado en el país las primeras protestas que respaldan un supuesto “fraude electoral”. El gremio de transportistas y los camioneros más afines al ultraderechista han bloqueado más de 60 carreteras en al menos doce estados y otras vías de acceso a las principales arterias alrededor de todo el país.

La Policía brasileña ha informado de que unas cien personas aproximadamente se han movilizado en Río de Janeiro para mostrar su “insatisfacción” con los resultados de las elecciones presidenciales por un supuesto “fraude”.

No se trata de una cuestión cualquiera en un país cuya división ha quedado retratada tras el pase por las urnas. Mientras no dejan de sucederse las felicitaciones de distintos líderes internacionales, desde mandatarios de América del Sur al propio presidente estadounidense, Joe Biden, Bolsonaro guarda silencio tras haberse retirado a su domicilio. Ni una sola mención tampoco en sus redes sociales.

La incertidumbre sobre si reconocerá los resultados y allanará el camino a una transición sin obstáculos -por ejemplo, impugnar dichos resultados- viene dada por las declaraciones que Bolsonaro ha venido haciendo desde el año pasado. Las más recientes, la pasada semana, cuando deslizó que si no ocurría nada “anormal” no habría problema en reconocer los datos. En todo este tiempo, han sido frecuentes las dudas sembradas por el propio Bolsonaro sobre el sistema de votación electrónico.

Llamamiento a la paz y a la democracia

El exmilitar se ha convertido en el primer presidente en activo en Brasil que no ha logrado revalidar el cargo y después de unas elecciones en las que ha quedado patente la violencia entre ambos bandos con escenas de enfrentamientos con el uso de armas de fuego.

Tampoco es casualidad que Lula haya centrado su primer discurso tras la victoria en hacer una llamada a trabajar para “restablecer la paz”, puesto que “no existen dos ‘Brasiles’, somos un único país, un único pueblo, una gran nación”.

¿Y ahora qué?

Mientras el excapitán brasileño se mantiene en silencio, la otra gran pregunta que sobrevuela Brasil es qué ocurrirá durante el período de transición de un Ejecutivo a otro. En este sentido, restan dos meses para que se formalice el traspaso de poder. Y aunque deberá nombrarse un equipo de transición de los vencedores con acceso por ejemplo a las cuentas de la nación, Bolsonaro seguirá conservando todos sus poderes presidenciales.

Bolsonaro seguirá a las riendas del Gobierno hasta el 1 de enero de 2023, momento en que deberá producirse una escena muy simbólica. El mandatario saliente deberá entregar la faja presidencial a su adversario izquierdista. Preguntado sobre este supuesto en una entrevista en O Globo, Bolsonaro aseguró que “si no lo fuera [la voluntad de Dios de seguir siendo presidente], paso la faja y me voy a recoger, porque a mi edad ya no me queda nada más por hacer aquí en la Tierra”.

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Soy redactor de actualidad en El HuffPost, donde cada día realizo un seguimiento de todo lo que está pasando y marcando la jornada, con el único objetivo y árdua tarea de trasmitírselo a nuestros lectores de una forma en la que conozcan el contexto y el trasfondo más allá de un mero titular. Es decir, para que tu cuñado no pueda colártela otra vez.

 

Sobre qué temas escribo

Aunque en el día a día acabe escribiendo de cualquier cosa que suceda en el mundo, “puede que me recuerdes” de algunas temáticas que suelen quitarme el sueño con especial frecuencia. Me gusta escribir de política internacional, sobre todo cuando esta es eufemismo de atroces injusticias contra los derechos humanos o el medio ambiente, así como para acercar causas sociales que pasarían inadvertidas (la siguiente podría ser la tuya, así que escríbeme). La morriña también me devuelve en ocasiones a Galicia, sobre todo para que sus historias no se pierdan en el camino a la meseta.

 

Mi trayectoria

Antes de llegar a El HuffPost en 2021, fui periodista en La Voz de Galicia durante cinco años. En aquella etapa también pasé por los micrófonos de ‘Radio Voz’, en distintos programas radiofónicos. Y, aunque parezca poco probable, bebía más café que en la actualidad.


Soy de Ribeira, una bella localidad coruñesa que probablemente recuerdes del marisco, las páginas de sucesos o de personalidades de las que solemos presumir (tenemos a la triplista olímpica Ana Peleteiro y a una de las Tanxugueiras).


Aunque bromeo con que soy doctorado en Periodismo Gonzo, en realidad solo soy licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pero, eso sí, tengo la orla de la misma tienda que la que se la hizo al rey Felipe VI. Aquellos años en Madrid me sirvieron para conocer la ciudad, pero también para entender que el mercado de la vivienda aún podía ir a peor. Ah, también tengo otra identidad secreta bajo la que hago rap o escribo poesía y que solo revelé en la redacción para que me dejasen entrevistar a artistas.

 


 

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