¿Escala o visita? La estancia de la presidenta de Taiwán en EEUU que enfurece a China

¿Escala o visita? La estancia de la presidenta de Taiwán en EEUU que enfurece a China

Tsai Ing Wen ha llegado al país en su "tránsito" hacia América Latina, pero Pekín insiste en hablar de "líneas rojas" y amenaza con tomar represalias por el viaje. 

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, durante un discurso, el pasado día 27, en el memorial al expresidente japonés Shinzo Abe, en Taipei.Annabelle Chih / Getty Images

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, ha llegado a Nueva York en su "tránsito", como lo califican las autoridades estadounidenses, a países de Centroamérica, y durante un evento en la ciudad ha reivindicado que Taiwán está en el frente de batalla por la democracia.

"Cuanto más unidos estemos los taiwaneses, más seguro estará Taiwán y más seguro estará el mundo", ha declarado la presidenta, que en su viaje de vuelta a su país hará también parada en Los Ángeles, durante una cena con cientos de ciudadanos del país asiático que residen en Estados Unidos, recoge Bloomberg.

Durante su discurso ha reivindicado la importancia de Taiwán en el escenario internacional, asegurando que países europeos y otros asiáticos, como Japón, quieren trabajar con su nación en el marco de la incertidumbre sobre las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos, así como por la invasión rusa de Ucrania.

Una crisis de política exterior

El anticipado viaje ha sido un tema candente para la política exterior estadounidense. El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, ha reiterado que este "tránsito" de la presidenta no implica ninguna visita oficial: "Los tránsitos no son visitas. Son privados, no son oficiales. Me gustaría recordar que esto no es nuevo, todos los mandatarios de Taiwán han transitado por Estados Unidos".

"La propia presidenta Tsai Ing Wen ha transitado Estados Unidos seis veces desde que ascendió al cargo en 2016", ha recordado. "En todos esos tránsitos se reunió con miembros del Congreso, así como con oficiales locales y estatales, además de llevar a cabo apariciones públicas".

Esto se da en respuesta a las incógnitas sobre una posible reunión de la mandataria con el presidente de la Cámara de Representantes estadounidense, Kevin McCarthy, que no ha sido confirmada pero que ha sembrado el descontento de China, que considerara una reunión bilateral de este tipo "una provocación".

Para Sullivan, sin embargo, China no debería "usar este tránsito como pretexto para escalar cualquier tipo de actividad agresiva contra Taiwán", añadiendo además que "el presidente (Joe) Biden ha mantenido las líneas de comunicación abiertas con Pekín".

Sobre la polémica ha hablado también el portavoz adjunto del Departamento de Estado estadounidense, Vedant Patel, que ha insistido en que China no debería "exagerar" en su reacción al paso de la presidenta por Estados Unidos.

"La manera en la que nos aproximamos a Taiwán y los tránsitos de sus autoridades sigue siendo consistente con cómo lo hemos hecho durante décadas y a lo largo de diferentes administraciones", ha asegurado, "Estados Unidos se opone a cualquier cambio uniteral en el 'statu quo' de la mano de cualquiera de los lados, no apoyamos la independencia de Taiwán y esperamos que las diferencias entre sus autoridades se resuelvan de forma pacífica".

Más que una escala

China ha rechazado este miércoles que la visita de la presidenta taiwanesa sea una escala sin más. “Los errores del pasado no justifican los errores del presente, y la acumulación de errores no aporta ninguna legitimidad”, aseveró la portavoz de la Cancillería china, Mao Ning, antes de agregar que su país “defenderá con firmeza y determinación la soberanía nacional y su integridad territorial”.

Pekín no se cansa de repetir por activa y por pasiva que todo lo que concierne a la isla autogobernada “es un asunto interno de China”, pues la considera una parte inalienable de su territorio. Ya lo enfatizó a principios de mes de manera teatralizada el nuevo ministro de Exteriores, Qin Gang, durante su primera comparecencia ante los medios: “Es un deber inviolable de todo el pueblo chino, incluidos nuestros compatriotas de Taiwán, cumplir la gran tarea de reunificar la patria”. 

Taiwán es la “principal línea roja” que no debe cruzarse en las relaciones sinoestadounidenses, apuntó entonces el canciller. el Ministerio de Relaciones Exteriores chino ha criticado “cualquier tipo de contacto entre autoridades taiwanesas y estadounidenses” y ha asegurado que Pekín “ha planteado formalmente y en múltiples ocasiones a Washington la cuestión de que Tsai Ing-wen haga una parada de tránsito en Estados Unidos”. “China se opone firmemente a que líderes taiwaneses viajen a Estados Unidos, sean cuales sean las circunstancias”, apuntó Mao Ning, quien agregó que su país “seguirá de cerca la evolución de la situación”. “No es China la que crea y provoca problemas, sino Estados Unidos y las fuerzas separatistas de Taiwán”, sentenció.

Si bien el Ministerio de Defensa taiwanés informó de que no había indicios de movimientos militares por parte del Ejército chino antes de la partida de Tsai, ha afirmado estar “preparado” para cualquier amenaza china, incluido “el peor de los escenarios”, sin aportar más detalles al respecto.