Trump desoye la protesta y lleva sus cacerías racistas a la San Francisco que "se volvió 'woke'"
El presidente de EEUU anuncia que ahora toca "hacer grande" esta ciudad, tras ignorar las manifestaciones masivas en todos los Estados del país y provocar ironizando con que en Chicago y Washington hay "hermosas mujeres negras con gorras de 'MAGA' por toda la ciudad".

Tras conocer el vídeo elaborado con inteligencia artificial (IA) con el que presidente de EEUU, Donald Trump, se ha pronunciado sobre las multitudinarias protestas que este fin de semana han tomado todos y cada uno de los 50 estados bajo el lema de que no quieren reyes en la Casa Blanca; quedaban pocas dudas de que su postura sería desoír por completo las manifestaciones masivas. En dicho vídeo, puede vérsele pilotar un avión de combate esparciendo lo que parece lodo o estiércol sobre los manifestantes. Apenas unas horas más tarde, el hombre tras el escritorio del Despacho Oval ha pasado de la 'broma' a las amenazas y coacciones.
Si parte de esas manifestaciones tenían mucho que ver con sus políticas de cacería de migrantes, una cuestión que ha llevado con especial hincapié a las calles de las ciudades en las que su formación no gobierna y las autoridades son de signo demócrata, Trump ha anunciado una nueva parada en un bastión progresista. Ha puesto la chincheta sobre la que los republicanos consideran otra ciudad santuario para los migrantes: San Francisco (California). También ha aprovechado para ironizar con que "la gente nos quiere" y que hay "hermosas mujeres negras con gorras de MAGA por toda la ciudad".
De momento, Trump no ha aclarado si serán las fuerzas federales del lCE (Inmigración) las que serán desplegadas o si eso incluye soldados de la Guardia Nacional sobre el terreno, como ha ocurrido en Los Ángeles, Chicago o Washington. Este domingo y en una entrevista con su medio de cabecera, Fox News, Trump ha deslizado que ahora tocar "hace grande" a la ciudad del Golden Gate. Lo ha hecho asegurando que "iremos a San Francisco", sin desperdiciar la oportunidad de colar su retórica trumpista. Pues 'Frisco' "era realmente una de las grandes ciudades del mundo", pero "hace 15 años se torció, se volvió 'woke'".
Otro desafío en la puerta de Gavin Newsom: "No lo olviden, puedo usar la Ley de Insurrección"
Lo cierto es que Trump ha dejado claro cuál será el camino en caso de que un juez -como ha ocurrido en todos los casos anteriores- suspenda cautelarmente la decisión de un despliegue del ICE -u órdenes de que las autoridades locales o estatales colaboren con Inmigración- o de un eventual operativo de la Guardia Nacional. "Lo que está pasando con los jueces es terrible", ha lamentado el mandatario al que 7 millones de personas le dijeron ese misma día que no quieren presidentes con pretensiones de monarcas. "Pero no lo olviden, puedo usar la Ley de Insurrección", dejó caer Trump.
"Ese es un poder indiscutible", opinó Trump sobre la posibilidad de invocar dicha norma, asegurando que "casi el 50% de los presidentes han usado", pero en su caso "elijo no hacerlo, prefiero hacer esto". Con todo, el mandatario estadounidense obvia que para justificar lo que denomina lucha contra los delincuentes y el narcotráfico ha venido invocando leyes con más de dos siglos y empleadas durante conflictos bélicos de gran magnitud.
Cabe destacar que una de las mayores figuras emergentes en el Partido Demócrata y a la que muchos ven como una de las pocas con posibilidades de batir a Trump -en realidad al sucesor de Trump que tome las riendas del universo MAGA-, se trata del gobernador de California, Gavin Newsom, quien ha hecho de la lucha contra las redadas de migrantes de Trump una de sus banderas. Ir a por San Francisco significa ir a por la segunda gran plaza californiana tras lo ocurrido en la Ciudad de las Estrellas.
Así, Trump ha insistido en su entrevista con el medio conservador que las "ciudades que están gobernadas exclusivamente por demócratas son prácticamente inseguras, son un desastre" y que, a su juicio, "estas ciudades tienen que ser seguras". Por tanto, se ha comprometido a "salvarlas". Aunque los ciudadanos de Los Ángeles y Chicago ya sepan que eso se traduce en detenciones sin garantías y un creciente número de personas que las practican ilegalmente -sin ser fuerzas del orden- para cobrar por delatar u entregar a un migrante.
