Agujeros en busca del pasado de Groenlandia
La noche después de dejar el Summit Camp, el GPS nos indicó en un momento dado del viaje que estábamos a 3.240 metros de altitud, el auténtico techo de la gran isla ártica. Estar donde tan pocos seres humanos han puesto los pies antes que nosotros provoca ese cosquilleo especial que ha impulsado desde siempre a nuestra especie, exploradora por naturaleza.