Las tareas de rescate se enfrentan a dificultades por el riesgo de aludes y réplicas y, también, por la dictadura que atenaza al país e impide la asistencia correcta y la rendición de cuentas. Ni a la prensa dejan entrar para ver qué pasa.
El organismo tomó la decisión tras registrarse olas de entre 0,01 y 0,05 metros por encima del nivel del mar, mientras previamente advertía de la llegada de olas de hasta 1 metro.
Hay testigos que han visto derrumbarse edificios de cinco plantas en esta urbe corazón del budismo y una mezquita en plenas oraciones. El seísmo también se ha sentido en la capital tailandesa, en Bangkok, donde se han vivido auténticas escenas de pánico en las calles: al menos 10 personas murieron y más de 100 continúan desaparecidas.
En la madrugada del miércoles al jueves un terremoto de magnitud 4,1 sacudió la provincia de Sevilla. La cámara de seguridad de un domicilio del pueblo de Cazalla grabó el espeluznante momento.