El proyecto de una moneda no física viene de lejos, pero gana protagonismo: el contexto mundial mete prisa y los plazos se aceleran. La ultraderecha escupe bulos al respecto y la desacredita. Pero el caos que auguran no es ni lo que se pretende ni lo aguardan los expertos.
Los políticos deben dar cuenta de "todos los bienes muebles cuyo valor individual supere los 10.000 euros", pero 'Libération' habla de "un reloj Chopard de 32.000 euros", "una pulsera Cartier de casi 20.000 " y "un anillo Buccellati de 11.600".
Destaca que el entorno en el que se crece y las conversaciones familiares sobre dinero pueden tener un gran impacto en la forma en que una persona maneja sus finanzas en el futuro.