Las últimas palabras de Feijóo, aparte de conformar un nuevo trabalenguas, también fijan unos objetivos de crecimiento económico y de empleo poco ambiciosos si se atiende a los datos actuales.
Los precios, aunque se moderan, los salarios o el cambio en la manera de contar los fijos discontinuos, son las tareas a las que no se ha dado solución en la legislatura.