De confirmarse la naturaleza machista de este crimen, se trataría de la víctima número 34 por violencia de género en lo que va de año y la 1.328 desde 2003.
El hombre arrestado tiene 30 años y mantenía una relación sentimental con la chica presuntamente asesinada. Ambos son de nacionalidad española. Junto al cuerpo de la joven se ha encontrado un bebé de quince meses, sin daño alguno.
Las causas del fallecimiento no están claras, pero la Guardia Civil, después de realizar la autopsia, ha descartado que se tratara de un caso de violencia machista.
Desde la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género están recabando datos sobre lo sucedido para aclarar las circunstancias de sendos ataques.
Los vecinos de La Mojonera (Almería) dieron la voz de alarma al encontrar a la víctima, de unos 30 años, con varias puñaladas. La Guardia Civil busca al agresor.
La petición fue publicada hace ya seis meses, antes de que los fallos en el dispositivo copara los titulares de la prensa, pero es ahora cuando está sumando un importante número de apoyos: ya va por casi 28.000.
El Gobierno ha aprobado el anteproyecto de ley que incluye esta forma de violencia machista como delito en el Código Penal y reconoce como víctimas no solo a los hijos e hijas menores, también a familiares y parejas de las mujeres.
El Consejo de Ministros aprueba el primer texto legal que tipifica como delito este tipo de violencia y asesinatos machistas, estableciendo penas de cárcel accesorias. También cumple la promesa de evitar futuros casos como el del libro sobre José Bretón, 'El odio'.
"Garantizar la certeza de que están seguras, de que han estado protegidas en todo momento, antes, durante y después", dice la ministra portavoz, que insiste en los "bulos" del PP. "De todo hay que aprender", asume.
La ministra Ana Redondo reivindica en la Cadena SER que "las pulseras funcionan bien y salvan vidas" pero asume que no se puede garantizar que con un nuevo traslado de datos no se produzcan errores. El fallo duró cinco meses.
Están equipadas con sensores que detectan manipulaciones y roturas, tienen una duración de 12 meses y pueden recargarse fácilmente. Actualmente, más de 4.500 hombres llevan estas pulseras.