El submarino fracasa en su intento de encontrar el avión de Malaysia Airlines

El submarino fracasa en su intento de encontrar el avión de Malaysia Airlines

REUTERS

El vehículo submarino autónomo Bluefin-21 ha abortado su primera misión de búsqueda del avión de Malaysia Airlines desaparecido en el océano Índico, después de seis horas bajo el agua y tras alcanzar aguas más profundas que su límite de maniobra, según ha informado el Centro de Coordinación de Agencias Conjuntas.

El minisubmarino estadounidense, que viaja a bordo del buque australiano Ocean Shield, fue desplegado la pasada noche para cartografiar durante 24 horas parte del fondo marino a unos 4.500 metros de profundidad. Pero, a falta de 18 horas para completar su misión, el vehículo regresó a superficie tras sobrepasar el límite de profundidad para el que está programado.

El primer cometido del Bluefin-21 se ha centrado en un área de 40 kilómetros cuadrados donde se piensa que terminó la aeronave. Las informaciones y datos obtenidos por el aparato están siendo analizadas por los expertos.

Se espera que el Bluefin-21 vuelva a sumergirse durante este martes cuando las condiciones meteorológicas sean óptimas. Nueve aviones militares, dos civiles y once buques rastrean en estos momentos una zona que se expandió hasta los 62.063 kilómetros cuadrados, a 2.170 kilómetros al noroeste de Perth, en busca de partes de fuselaje del avión.

Tras más de una semana sin captar las señales acústicas que se piensa que procedían de las cajas negras del avión, las autoridades optaron por iniciar las misiones submarinas. El Ocean Shield transporta a bordo un localizador de cajas negras que detectó el 8 de abril las dos últimas señales, de las cuatro captadas en total, que suponen "la mejor pista" para encontrar el vuelo.

El buque encontró el domingo una mancha de aceite que se está analizando para determinar si pertenece o no al aparato desaparecido.

El vuelo MH370 despegó de Kuala Lumpur con 239 personas a bordo rumbo a Pekín en la madrugada del 8 de marzo y desapareció de los radares civiles de Malasia unos 40 minutos después de despegar. Viajaban a bordo 153 chinos, 50 malasios, siete indonesios, seis australianos, cinco indios, cuatro franceses, tres estadounidenses, dos neozelandeses, dos ucranianos, dos canadienses, un ruso, un holandés, un taiwanés y dos iraníes que utilizaron los pasaportes robados a un italiano y un austríaco.