El futuro europeo del petróleo ruso: el sexto paquete de sanciones avanza hacia el acuerdo político

El futuro europeo del petróleo ruso: el sexto paquete de sanciones avanza hacia el acuerdo político

La propuesta incluye bloquear las importaciones de crudo por vía marítima a final de año y mantener el que llega por tubo para convencer a opositores como Hungría.

Los Veintisiete se reúnen en una nueva cumbre extraordinaria en Bruselas con el sexto paquete de sanciones contra Rusia sobre la mesa. Los líderes europeos intentan salvar la unidad sobre el veto al petróleo ruso, un mes después de que la Comisión Europea presentara el borrador del documento en busca de la unanimidad, pero sin éxito.

Sobre la mesa un embargo parcial que incluye dos fases para embargar la importación del crudo ruso: primero el importado por vía marítima, para sortear el veto húngaro, y después el que llega por oleoducto.

Esto supone bloquear primero los dos tercios del total de petróleo ruso que llega a Europa y más tarde el que llega por oleoducto, que por el momento se quedaría abierto hasta una fecha por determinar. Una alternativa que permitiría a Hungría, principal opositor al paquete de sanciones, mantener el suministro.

El presidente Pedro Sánchez se ha incorporado a la cumbre con una hora de retraso después de participar en el 40 aniversario de la entrada de España en la OTAN y un posterior almuerzo con Felipe VI. Durante ese acto, el presidente ha defendido el aumento de la inversión en defensa ante la amenaza de Putin.

En la agenda de este lunes también está prevista la intervención telemática del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, la tercera en una cumbre de líderes europeos desde que empezó la guerra.

La agenda del martes se centrará en las formas de mitigar la crisis alimentaria global provocada por la agresión rusa y la defensa europea.

La postura húngara

Nada más llegar a la reunión el primer ministro de Hungría, Víktor Orbán, ha exigido una nueva excepción para su país como condición para que Budapest acepte el veto al petróleo ruso como parte del paquete de sanciones contra Moscú que negocian los Veintisiete, y que incluye también la desconexión del mayor banco ruso, Sberbank, del sistema de mensajería Swift.

El oleoducto de Druzhba es uno de los más grandes del mundo y abastece a media docena de países de la Unión Europea, si bien la exención se contempla como una medida para salvar el rechazo de Hungría a las sanciones y beneficiará también a Eslovaquia y República Checa.

Von der Leyen rebaja la expectativa

La postura de Orban ha llevado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen a rebajar las expectativas de acuerdo “en las próximas 48 horas”, al tiempo que instó a mantener la “solidaridad con Ucrania y la unidad de la UE”.

Que “no es fácil” es algo que también constató el presidente del Consejo Europeo, pero Michel no pierde la esperanza: “El momento es ahora y estoy convencido de que seremos capaces de tomar una decisión todos juntos”, destacó.

“Confío plenamente en que tendremos un acuerdo” sobre el sexto paquete de sanciones, dijo por su parte el Alto Representante de la Política Exterior europea, Josep Borrell, el más optimista de todos.

Por su parte, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, se ha mostrado más optimista aunque ha reconocido que las negociaciones “van a ser complicadas”. Aún así ha recordado que no se puede dividir el bloque “porque es lo que pretende Putin”.

Además ha reconocido que pese a las diferencias hay “buen ambiente” entre los países. “Yo creo que podemos llegar a un consenso, por supuesto que hay limites a la flexibilidad. El Parlamento Europeo no aceptaría obstáculos políticos que tuvieran como objetivo romper la unidad de la Unión Europea. Tenemos que ser cautos y tener un texto equilibrado que permita adoptar las sanciones”, ha expresado en rueda de prensa.

Zelenski afea la lentitud

Como ya ha ocurrido en anteriores ocasiones, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski ha participado telemáticamente en la cumbre. Días atrás, el presidente denunciaba que la UE estaba tardando demasiado para sentarse a hablar sobre el tema mientras los ataques rusos se intensificaban en el este de su país provocando la muerte de civiles. Y no ha perdido la oportunidad para decírselo directamente.

El presidente ucraniano ha lamentado que aún no haya acuerdo sobre el sexto paquete, momento en el que ha incidido en que debería ser Rusia quien dependiera de Europa y no a la inversa, recordando que Moscú todavía gana casi 1.000 millones de euros al día vendiendo su energía, entre otras cosas.

“Todas las disputas internas en Europa deben terminar”, ha defendido a la vez que ha pedido que busquen de inmediato una solución para evitar que se produzca una crisis alimentaria.

  Zelenski interviene en la cumbre extraordinaria.KENZO TRIBOUILLARDEFE

La unidad del bloque

Pese a las dificultades, los líderes insistieron en que la unidad política y la voluntad de acuerdo sigue en pie. En este sentido, el canciller alemán, Olaf Scholz, destacó el carácter “constructivo” de las conversaciones y la “voluntad de llegar a un acuerdo”.

El primer ministro letón, Krisjanis Karins, recomendó a sus compañeros a que no se queden “atascados en los detalles” de cómo sancionar a Moscú, porque Ucrania está ahora luchando por los valores que Europa “da por sentados” y “solo cuando Rusia sea derrotada podremos sentirnos seguros en Europa”, incidió.

“Si cada país europeo solo piensa en sí mismo, nunca avanzaremos”, recalcó Karins.

Más duro fue el presidente lituano, Gitanas Nausedas, para quien “es realmente una vergüenza” que los líderes de la UE no consigan “implementar el sexto paquete de sanciones”.

Más sanciones contra los oligarcas

Otra cuestión sensible a debate hoy es la incautación de bienes rusos, debido a las diferencias en las legislaciones nacionales.

Según el borrador de las conclusiones de la cumbre, los líderes se comprometerán a “examinar con rapidez” la propuesta que Bruselas presentó esta semana para confiscar los bienes y activos de los oligarcas rusos que intenten eludir las sanciones europeas.

El fin es obtener fondos para la reconstrucción de Ucrania que se añadirían a la ayuda de hasta 9.000 millones de euros en asistencia macrofinanciera que “la UE está dispuesta a conceder a Ucrania”.