El diario británico The Guardian ha destapado como la unidad GRU rusa tuvo acceso a las cámaras en cruces fronterizos, estaciones de tren o cerca de instalaciones militares con el fin de espiar e impedir el flujo de ayuda internacional al país. 

Según publica el medio New Voice of Ukraine, la unidad envió correos electrónicos de phishing con contenido pornográfico e información profesional falsa, y utilizó contraseñas robadas para acceder a los sistemas. El Centro Nacional de Seguridad Cibernética (NSC) del Reino Unido ha pedido a las empresas privadas involucradas en la ayuda que "tomen medidas inmediatas para protegerse".

De acuerdo a la información difundida por The Guardian, los rusos obtuvieron acceso a "unas 10.000 cámaras" ubicadas cerca de instalaciones militares y estaciones de tren para rastrear el movimiento de mercancías a Kiev. "El 80% de las cámaras rotas estaban ubicadas en el territorio de Ucrania, otro 10% en Rumanía".

De este modo, el 4% de las cámaras estaban ubicadas en Polonia, el 2,8% en Hungría y el 1,7% en Eslovaquia. "Los rusos también hicieron otros intentos de recopilar información confidencial sobre los suministros, incluidos los horarios de los trenes y el correo postal".

El informe agregó que los asuntos de los correos electrónicos de phishing "eran diversos y abarcaban desde preguntas profesionales hasta temas para adultos". Además, "a menudo se enviaban a través de cuentas comprometidas o servicios de correo electrónico gratuitos".

El suceso más destacable ha sucedido este miércoles, cuando la inteligencia rusa trató de hackear el sistema de Defensa de los Países Bajos para interrumpir la ayuda militar a Ucrania.

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