Se trata de dos ciudadanos ruso-alemanes que habrían puesto en su diana instalaciones de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en el país germano, donde las tropas de Kiev reciben formación.
Se analiza el ataque a un centro que controla parte de la red rusa de reconocimiento y alerta temprana para ataques aeroespaciales, incluidos aquellos con misiles balísticos.
El presidente ucraniano ha reprochado de sus aliados en un contexto en el que se acumulan los llamadas para el envío de armamento, sobre todo de defensas antiaéreas para hacer frente a los bombardeos rusos.
En un momento de la guerra en que Ucrania clama a Europa por más suministro de artillería y defensa antiaérea, los soldados ucranianos han protagonizado un golpe a Rusia durante una incursión que ha durado tres noches.
La cantidad de cadáveres contabilizados es casi un 25% más alta que en el primer año de guerra, un gran coste humano de una guerra que se esperaba rauda.
Ucrania ampliará este año el alcance de sus misiles de crucero antibuque R-360 Neptune de 300 a 1.000 kilómetros y multiplicará por diez su producción.
Los líderes de los Veintisiete tienen este miércoles y jueves una cita extraordinaria en Bruselas en la que el riesgo de escalada vuelve a quitar foco a la economía.
Helsinki ha estado denunciado desde los últimos meses un aumento inusual de los flujos migratorios desde que anunció su intención de adherirse a la OTAN.
Russell Bentley, un estadounidense que ha luchado con las fuerzas prorrusas en el este de Ucrania, desapareció hace una semana en la región de Donetsk.
La retórica de los comentaristas rusos contra Kazajstán, tradicionalmente un aliado de Moscú, se ha intensificado después de que este país confirmó las sanciones occidentales contra el Kremlin tras la invasión de Ucrania.