Max Boot, experto en política exterior y de seguridad e historiador militar estadounidense, afirma que los últimos ataques de Ucrania contra bases aéreas rusas en Siberia han reescrito las reglas de la guerra. En un artículo de opinión en el diario estadounidense The Washington Post, señala que la ofensiva ha revelado "lo vulnerables" que son estas bases en todo el mundo. 

Según publica el medio finés Verkkouutiset, los ataques con drones han causado pérdidas significativas. Las fuerzas ucranianas han revelado que hasta un tercio de las aeronaves atacadas han quedado dañadas o destruidas "hasta el punto de quedar inutilizables". Esto se traduce en millones de euros en pérdidas.

De acuerdo a la publicación, hace mucho que el Kremlin no ordena fabricar nuevos cazas estratégicos y su flota consta de vehículos de la era soviética "más o menos" mejorados. 

En sus declaraciones, recogidas por el diario, Boot señala que las fuerzas armadas rusas se encuentran en shock tras el ataque. "Si los ucranianos pudieron lanzar drones tan cerca de bases clave en un estado policial como Rusia, ¿qué impediría que China hiciera lo mismo con las bases estadounidenses?", cuestiona en su publicación. 

El experto opina que las fuerzas armadas deben tomar conciencia de la amenaza que representan los drones baratos que pueden modificarse fácilmente para uso militar. "El dinero gastado en sistemas de armas tripuladas convencionales parece cada vez más desperdiciado, al igual que la inversión en caballería en la década de 1930". 

Para él, la operación demostró una vez más que los ucranianos son combatientes mucho más resistentes y adaptables de lo que nadie hubiera creído antes del inicio de la guerra. Sin embargo, concluye que los bombardeos pueden tener un impacto en el equilibrio nuclear.

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