España está en llamas y el origen en gran medida es fruto del cambio climático y de políticas de recortes de prevención, la subcontratación y la precariedad laboral en algunas comunidades autónomas. Por supuesto, también hay incendiarios que por cuestiones ideológicas o narcisistas o ambas y que la justicia tendrá que juzgar porque es claramente un atentado a la vida. Dejando esto claro, hay una realidad inapelable: La falta de prevención ha hecho que haya ocasiones en las que no se pueda hacer nada y sea demasiado tarde. El negacionismo mata. Y los bulos rematan.