Coral Latorre: "Que salga Iglesias a defender la huelga, es el momento de demostrar de qué lado se está"

Coral Latorre: "Que salga Iglesias a defender la huelga, es el momento de demostrar de qué lado se está"

Entrevista con la líder del Sindicato de Estudiantes, quien lamenta la "desidia" de Educación para coordinar la vuelta al cole.

La secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Coral Latorre.COROL LATORRE

Coral Latorre, barcelonesa de 25 años, llegó a la secretaría general del Sindicato de Estudiantes en marzo del año pasado. Entonces, ni se le pasaba por la cabeza que una pandemia recluiría a millones de estudiantes de todo el mundo en sus casas. Este miércoles anunció una huelga estudiantil para los días 16, 17 y 18 de septiembre, porque cree que el Gobierno no ha preparado la vuelta a las aulas.

Ahora, con la crisis del coronavirus repuntando de nuevo España y con la apertura del curso escolar en menos de dos semanas, esta estudiante de Lengua Inglesa por la UNED insiste en que el Estado tiene dinero de sobra para garantizar una vuelta segura colegios, institutos y universidades.

¿Su receta? “Si realmente se bajaran las ratios a 15 alumnos por aula y se contrataran a decenas de profesores, sanitarios y personal de limpieza en todos los institutos, se podría garantizar una vuelta a las aulas segura”, explica. Pero cree que ha habido desidia por parte del Ministerio de Educación.

Latorre comparte las críticas de falta de liderazgo de la ministra Isabel Celáa que hizo el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. Pero también presiona también al líder morado, vinculado en sus inicios a los movimientos estudiantiles: “Es el momento de demostrar de qué lado se está. Si se está al lado de los estudiantes o si se está al lado de quienes no han hecho nada en los últimos 5 meses”.

Cómo valora la situación en estos momentos, cuando exigís unas vuelta al cole segura y presencial que no está garantizada al 100%

La situación es absolutamente crítica y el inicio del curso escolar está siendo totalmente caótico. De hecho, nos preguntamos qué ha hecho el Ministerio de Educación en estos últimos 5 meses, porque se podría resumir en que no han tomado ni una sola medida para garantizar que la vuelta a las aulas en septiembre sea segura. De hecho, no solo el sindicato de estudiantes, toda la comunidad educativa llevamos meses y meses recordándole al Ministerio de Educación qué medidas se debería tomar para defender la educación pública y para defender a los estudiantes, a los profesores y a las familias y se ha hecho caso omiso de todas ellas. Es que el Ministerio de Educación ha renunciado a poner en marcha un plan unificado para precisamente esto, para que en todo el Estado se pueda volver de forma segura a las clases. Y vamos a ver lo que ocurre en 15 días. Vamos a ver qué ocurre también en la reunión que tiene el Ministerio con las autonomías que no tiene pinta de que vaya a reaccionar.

¿Por qué focalizáis el descontento en el ministerio cuando las competencias educativas en un porcentaje extremadamente elevado están delegadas a las autonomías?

Porque los últimos responsables de la vuelta de las aulas. Y los últimos responsables en materia educativa es el Ministerio de Educación. Efectivamente, el ministerio lo que ha hecho ha sido tirarle la pelota, mirar hacia otro lado y dejar toda la responsabilidad en las comunidades autónomas y eso es precisamente una de las cosas que está envalentonando toda la ofensiva de la derecha como en la Comunidad de Madrid contra la escuela pública. Señalamos al Ministerio de Educación porque deberían ser ellos quienes deben garantizar la vuelta segura a las aulas. Y, en cambio, miran hacian las CCAA. Las consejerías a su vez se lavan las manos y dejan toda responsabilidad en los centros educativos, y bueno, el desastre se explica solo. Consideramos que un Gobierno que se dice de izquierdas y un Gobierno que se dice progesista debería velar por, no solo la seguridad sanitaria en elos centros de estudio, sino defender los derechos de aquellos y aquellas que más hemos sido golpeados durante la pandemia que somos los estudiantes de familias trabajadoras, los que menos recursos tenemos.

  La portavoz del Sindicato de Estudiantes, Coral Latorre, este miércoles en las puertas del Ministerio de Educación.EFE

¿Comparte, entonces, el diagnóstico que hizo este martes el vicepresidente segundo del Gobierno de que ha habido una falta de liderazgo de la ministra de Educación Isabel Celáa para resolver esta crisis?

Sí, totalmente. Ha habido dejadez, ha habido desidia. Y lo decimos abiertamente, la ministra Celáa pretende seguir con esta actitud de no tomar ningún tipo de medida, creemos que lo mejor que puede hacer es dimitir e irse, porque la situación es muy grave, nos estamos jugando mucho. No solo nuestro derecho y servicio a la educación, sino nuestro propio futuro y nuestras vidas. Y nos encontramos con el silencio absoluto. Pero también les decimos a los ministros y ministras de Unidas Podemos y también en concreto a Pablo Iglesias que no es suficiente salir y criticar con las palabras la gestión del Ministerio de Educación, que debe llevarlo a la práctica. Hacemos un llamamiento a Podemos y a Pablo Iglesias. Que salgan públicamente a apoyar estas reivindicaciones porque es el momento de demostrar ahora de qué lado se está. Si se está al lado de los estudiantes o si se está al lado de quienes no han hecho nada en los últimos 5 meses.

Pedíais la contratación masiva de profesores y hay algunas comunidades que ya han empezado a hacerlo con el dinero que parte de los 16.000 millones que el Gobierno ha dado a fondo perdido a las comunidades...

Sí, lo que también queremos ver es que esos planes sean de verdad. Porque de momento solo hemos escuchado palabras y declaraciones de intenciones. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso ha tenido que salir, porque también hay una presión muy concreta de una huelga general educativa puesta encima de la mesa en la Comunidad de Madrid, anunciando la contratación de nuevos profesores y demás. Pero ya se ha anunciado que todos esos profesores no van a ir a la Educación pública, sino que las comunidades deciden hacia dónde van a ir los recursos; si van a la pública o a la privada o a la concertada. Ya sabemos lo que hace la derecha y también el PP madrileño con los recursos públicos: regalarlo siempre a sus amigos los empresarios. Por eso, decimos: Las palabras están muy bien pero hay que llevarlas a la práctica. Y no nos sirven para nada.

Abogan por la educación semipresencial porque no se ha tomado ni una sola medida para bajar las ratios y para contratar a profesores.

Una de las cosas que reclamáis es que la vuelta sea presencial. ¿Por qué ponéis delante la educación presencial a la online?

No solo los estudiantes, el conjunto de la comunidad educativa hemos destacado especialmente ese punto hasta la saciedad porque consideramos que la forma de que la educación pública sea un ariete para luchar contra la desigualdad es tener clases de forma presencial. De hecho, nos parece increíble que una solución propuesta por el Ministerio de Educación y otras consejerías sea que el curso sea semipresencial porque parece que quieran volver a repetir el desastre mayúsculo que fueron las clases online durante el confinamiento. Durante el confinamiento hubo miles y miles de estudiantes que fueron directamente apartados del sistema educativo, aquellos estudiantes con menos recursos, los golpeados por la brecha digital… se cargó todo el peso sobre las familias, pero es que además la carga de trabajo brutal que tuvieron nuestros progenitores nos parece escalofriante y nos parece impresionante que se pretenda volver a repetir esta situación. Abogan por la educación semipresencial porque no se ha tomado ni una sola medida para bajar las ratios para contratar a profesores y porque parece que están preparando ya otro nuevo confinamiento educativo. Por eso decimos, sí que hay una manera de garantizar que todas y todos podemos volver a nuestras aulas de forma segura.

¿Cuál?

Poner en marcha un plan de rescate a la educación pública. Invertir miles de millones en la educación pública. Sí que hay dinero, de hecho hemos visto cómo se está regalando el dinero y cantidades ingentes al Ibex 35, a los bancos y a los empresarios, pero parece que no se quiere invertir en la educación pública. Si realmente se bajaran las ratios a 15 alumnos por aula, se contrataran a decenas de profesores, sanitarios, personal de limpieza en todos los institutos, se podría garantizar una vuelta a las aulas segura.

Hay estudios matemáticos que advierten de que juntar a más de 10 menores en un aula, aún con medidas de seguridad, sería exponer a sus familias y a ellos mismos al contacto de más de 500 personas... ¿Qué es más importante, el derecho a la salud o a la educación?

Consideramos que se pueden garantizar las dos cosas. No es que los centros sanitarios se vayan a colapsar cuando empiecen las clases, es que los centros sanitarios, como denuncian los profesionales de la Sanidad, ya están abarrotados. Ya están de nuevo hasta arriba. Por eso, nos parece increíble que se plantee que tenemos que volver a las aulas sin tomar ningún tipo de medida. El derecho a la educación y a la salud tienen que ir de la mano, pero repito: garantizando todas estas medidas. Comparto lo que se dice de los niños más pequeños. ¿Pero cuál es la forma de garantizar que los niños y las niñas tienen un acceso a la educación digno y que a la vez se proteja su salud? ¿Confinarlos de nuevo en casa y cargar todo el peso a las familias que, por cierto, no tienen permisos retribuidos?

Parece que los rebrotes son culpa nuestra, que somos muy irresponsables, que solo queremos hacer botellón. Basta ya.

El Gobierno está estudiando ese permiso para los padres de los menores en cuarentena...

Eso es, solo para los niños que caigan enfermos. El problema está en que llegará un momento en que las cifras de contagios son tan elevadas que se plantea un nuevo confinamiento. El tema es qué pasa ahí. Porque cuidar a un niño enfermo se puede dar un permiso retribuido de unos días o una baja médica. El problema es cuando esto se alarga más en el tiempo. Y eso no lo valora el Gobierno por lo que he leído.

¿Qué brechas de clase hay y por qué la crisis del coronavirus las está sacando a la luz en la educación?

La pandemia solo ha hecho desnudar una situación que ya viene de lejos, porque los recortes en la Educación, las privatizaciones, las aulas masificadas, la falta de profesores… no es algo que haya venido con la pandemia, sino que el coronavirus lo que ha hecho ha sido ponerlo todo más en evidencia. Lo estamos viendo día tras día. Te vas a los institutos de los barrios obreros de Madrid o Cataluña, y vemos como faltan infraestructuras, se caen las paredes a cachos, persianas que no cierran… No hay calefacción, todo eso se está viendo ya. Y el tema de la brecha digital que es algo que muchas veces nos planteaban de forma abstracta, ahora se ha materializado: gente que no tiene ordenador en casa, que no tiene acceso a wifi e incluso que tampoco tiene un espacio para estudiar en condiciones dignas. Y todo esto no ha sido una consecuencia del virus, sino que el virus lo que ha hecho ha sido profundizarlo todavía más. Por eso el Gobierno, uno de los puntos que hemos señalado durante el confinamiento es que deben hacer es revertir la situación dramática de la Educación. Hay que revertir todos los recortes que el PP puso en marcha y siguen vigentes.

Se ha erigido en defensora de la juventud cuando desde algunos sectores se la ha intentado colocar la etiqueta de generadora de esta nueva ola de coronavirus. ¿Qué mensaje lanza a los jóvenes y a quienes les critican?

Aquí se ha intentado generalizar, meter a todos los jóvenes en un mismo caso y criminalizarles. Enciendes la televisión y parece que los rebrotes son culpa nuestra, que somos muy irresponsables, que solo queremos hacer botellón, que no queremos ir a clase, que queremos que nos regalen los estudios. Y nos parece increíble que esto se pueda plantear mientras se mira a otro lado cuando los metros, los transportes públicos van abarrotados… Basta ya de criminalizar a los jóvenes, porque la realidad es distinta. Y la juventud tiene claro que estamos viviendo una situación excepcional, una pandemia mundial muy grave.